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Con el título de «Naturaleza Historia Dios», publica X.Zubiri, en 1944, una serie de trabajos que responden a lo que entonces supone la expresión de su pensamiento sobre los temas que van a ser los propiamente suyos: acerca de la Inteligencia, de la Realidad y de Dios[1]. Si a ello añadimos, a estas alturas, su escrito, «Sobre el problema de la la Filosofía»[2], tenemos tal vez, el mejor elenco de lo que constituye el ‘testimonio de una etapa ya concluida’ (cf.NHD 14).
1 Esquema-comentario al Prólogo
de la Edición Inglesa.
Texto de 1980. NHD 9-21
En la Introducción, hemos podido comprobar el modo estructural que tiene Zubiri de «inspeccionar» eso que es lo real de la realidad. En la madurez de sus 80 años, aplica este esquema a su autovisión sobre los escritos de su nominada etapa ontológica.
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Refiérese este Libro a los estudios de Zubiri entre los años 1932-1944. El carácter propio de estos trabajos es la primera idea que quiere Zubiri dejar en claro: el modo de hacer es desde un esquema típico estructural, donde la «unidad»-todo, no equivale en absoluto a la suma de «partes»:
´Porque este lapso de tiempo tiene una doble significación. Una, concierne a cada uno de los estudios tomado por sí mismo. Otra, concierne a la totalidad de aquéllos.´(NHD 9)
La primera idea que aparece como expresión del nuevo rumbo zubiriano, a partir de 1944, es la idea de Historia. La idea clave de la historia en esta obra es la historia como ‘acontecer de posibilidades’. Diríamos que es como una «nota». Desde élla va a ir Zubiri a su fundamento: es la Historia como ‘capacitación’. La estructura de la «capacitación» va a ser clave en la filosofía de la Historia de Zubiri. El mismo se remite al Estudio de Realitas I, pp.11-41 (Madrid,1974), referente a ‘La Dimensión histórica del Ser humano’.
La segunda idea que sufre desarrollo posterior en una línea estructural, (y que supone ya el uso pleno de la inteligencia como habitud) es la idea de Dios:
<El problema de Dios se descubriría como momento estructural del hombre: es la realigación […] Pero he desarrollado la idea de religación en otra dirección, en la dirección de la religación como momento estructural del hombre. Es lo que he llamado dimensión teologal.>(NHD 10)
La
visión estructural se mueve «dimensionalmente». Cuando en la trilogía sobre la
inteligencia hable de los modos intelectivos, aparecerá el ´hacia´ como el modo
que recubre los otros modos sentientes: es la tensión direccional de la intelección (cf.IRE 104-107).
La tercera idea que va a tener también sus vicisitudes va a ser la idea de Naturaleza, dado el avance que supone la ciencia Física en lo que va de siglo.
Hasta aquí un planteamiento meramente coyuntural. Entra a continuación Zubiri a justificar su postura ante su propio pensamiento. Lapso y etapa no se relacionan entre sí como todo y parte, sino como momentos distintos del tiempo, considerado en su estructura propia:
´La diferencia entre lapso y etapa es esencial, porque se inscribe dentro del concepto mismo de tiempo.´(NHD 11)
p.61
La unidad estructural del tiempo responde a una cualidad considerada como algo no separado de las cosas. De ahí que la estructura del tiempo va a depender siempre de la ‘índole’ de las cosas mismas.
Las cosas en cuanto físicas actúan en ‘sucesión’:
´la sucesión confiere al tiempo una cualidad propia [...] El tiempo como mensura es así cronometría.´(NHD 12)
Las cosas en cuanto vivas, cualifican biológicamente al tiempo:
´...la cualidad del tiempo biológicamente cualificado es la edad´(NHD 12)
La dimensión síquica también cualifica el tiempo como durée:
´La duración es anterior a su presunta numerabilidad; su mensura es extrínseca, porque la duración en sí misma no es adecuadamente aprehensible en números´.(NHD 12)
Respecto en exclusiva ya del hombre, tiene éste un modo ‘unitario’ de hacerse la vida que afecta al tiempo de un modo cualitativamente nuevo:
´La vida del hombre en esta su totalidad tiene un momento esencial constitutivo: es proyecto [...] es el tiempo como acontecer´(NHD 12)
La consideración estructural tiene como modo propio, el partir siempre de unidades con capacidad de despliegue.
Dentro de la consideración del tiempo, habla Zubiri de los «matices» de estas estructuras temporales. Por ejemplo, ‘el acontecer puede ser biográfico, social, histórico’, etc. Todo ello para determinar qué sea etapa por contraposición a lapso:
´Cuando los proyectos humanos dentro de un lapso de tiempo responden a lo que pudiéramos llamar una inspiración común, entonces el tiempo del acontecer tiene un matiz temporal propio: es la etapa [...] Etapa es el acontecer cualificado por una inspiración común´.(NHD 13)
El panorama de la filosofía en el momento en que Zubiri comienza a escribir lo estudios que constituyen NHD, viene determinado en estas pinceladas:
p.62
´La filosofía venía siendo una mixtura de positivismo, de historicismo y de pragmatismo apoyada en última instancia en la ciencia psicológica. Un apoyo que se expresó como teoría de conocimiento. Desde esta situación, Husserl, con una crítica severa, creó la fenomenología. Es una vuelta de lo psíquico a las cosas mismas´.(NHD 13)
Esta última cita, por sí misma está indicando la postura de Zubiri, yo diría que en el comienzo de su propia actividad intelectual. Desde la ciencia psicológica, superándola como apoyatura para una teoría del conocimiento. Porque es muy posible que no haya necesidad de esa línea, como dimensión de una teoría del conocimiento, sino que las cosas puede que tengan su propia apoyatura. Que es lo mismo que decir que las cosas en su radicalidad inteligida nos muestran la dimensión de su esencia, que va a ser la «dirección» hacia su propia, -Zubiri la va a llamar- «sustantividad»[3]. Esto supone evidentemente toda la labor de su que hacer filosófico. Pero ahí radica la fuerza de lo dicho en 1980 respecto a lo escrito de 1932 a 1944.
A partir de aquí. el Prólogo se mueve abiertamente en formulaciones rigurosamente estructurales. Veámoslo.
La fenomenología supone para Zubiri dos logros:
´La fenomenología tuvo así una doble función. Una, la de aprehender el contenido de las cosas. Otra, la de abrir el libre espacio del filosofar frente a toda servidumbre psicológica o científica.´(NHD 14)
De estas dos funciones, es de la segunda de la que Zubiri confiesa que ha sido decisiva en la evolución y sistematización de su pensamiento. No es que deje de lado la primera función. Pero esa es de influencia general en los pensadores contemporáneos, teniendo, por otra parte, en él un matiz muy peculiar, que encaja perfectamente con la tesis del enfoque estructural de su modo de filosofar:
´Las cosas no son meras objetividades, sino cosas dotadas de una propia estructura entitativa´.(NHD 14)
Pero
lo decisivo para Zubiri va a ser ese ámbito nuevo con vistas al filosofar.
Entiende Zubiri que lo ha formulado en el ensayo de NHD, ´¿Qué es saber?´, bajo
la expresión de Logica de la realidad.
p.63
Hay una visión original de Zubiri sobre el modo cómo la filosofía se ha ido desarrollando a lo largo de su propia historia. Entiende que la clave está en lo que él llama las falsas sustantivaciones de Tiempo, Espacio, Conciencia y Ser. Aquí el término ‘sustantivación’ está empleado en sentido lato, haciendo referencia a sus grandes interlocutores en «Sobre la Esencia» y en «Inteligencia Sentiente», sea Aristóteles por lo que a la sustancia se refiere. Husserl y Heidegger por lo que que toca a la conciencia y al ser. Y la filosofía moderna de Descartes, Leibniz y Kant, por lo que concierne a su progresivo desarrollo de las sustantivaciones de Espacio y Tiempo.
Naturalmente que es como un marco de referencia donde las cuatro sustantivaciones se reparten no de la misma manera entre los autores citados, (no hay que olvidar el papel preponderante de Hegel como interlocutor de la obra de Zubiri).
´...la filosofía moderna, dentro de todas sus diferencias, ha estado montada sobre cuatro conceptos que, a mi modo de ver, son cuatro falsas sustantivaciones: el espacio, el tiempo, la conciencia, el ser.´(NHD 15)
La superación de este planteamiento por parte de Zubiri va a constituir su propia filosofía. El modo de superación va consistir en apoyarse en una nueva visión de la Realidad y de la Inteligencia. Esa visión zubiriana está expresada de un modo estructural: la realidad es un constructo. Unidad constructa suficiente en el orden constitutivo, y que se «actualiza» en la inteligencia como una unidad estructural, cuyo despliegue es una plasmación de las distintas dimensiones que constituyen los contenidos talitativos del constructo metafísico en que consiste lo real.
´...la filosofía no es filosofía ni de la objetividad ni del ente, no es fenomenología ni ontología, sino que es filosofía de lo real en cuanto real, es metafísica [...] la intelección [...] es mera actualización de lo real en la inteligencia sentiente.´(NHD 16)
Es muy posible que en los distintos estudios que componen los capítulos de NHD esté oculto en su entramado expositivo, el modo que Zubiri tiene de «in-speccionar» eso que llama ‘la realidad’, y que constituye el modo de haberse el animal humano con eso que llamamos, en sentido lato, las cosas.
[1] Zubiri, X.
«Naturaleza Historia Dios»(NHD). Alianza Editorial, Madrid, 9ª ed., 1987 (1º
ed. Editora Nacional, Madrid, 1944).